Reciprocidad y trabajo asalariado en comunidades indígenas
Cristian Vasco et al.
Revista Amazónica y Ciencia y Tecnología, 2018 Volumen 7 (3): 151 - 157
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Introducción
El trabajo recíproco ha sido tradicionalmente
una actividad común entre los habitantes de
áreas rurales de los países en desarrollo. La
literatura acerca de este tema incluye
descripciones y estudios de estas prácticas en
países tan diversos como Perú (Erasmus,
1956; Guillet, 1980), Ecuador (Erasmus,
1956; Ferraro, 2004), Venezuela (Hames,
1987), México (Cohen, 1999), Camerún
(Geschiere, 1995), Tanzania (Ponte, 2000),
Uganda (Shiraishi, 2006), Nepal (Adams,
1992), e Indonesia (Gilligan, 2004).
Las motivaciones para participar en estas
actividades son de diferente índole. En el
caso del intercambio de mano de obra,
estudios previos (Mayer y Zamalloa, ,1974;
Sánchez Parga, 1984) sostienen que por
medio de esta práctica los hogares rurales
han sido capaces de llevar a cabo tareas
agrícolas que no podrían ser realizadas
únicamente con mano de obra familiar. En
algunos casos, los incentivos para participar
en trabajo comunitario están vinculados a los
beneficios a ser obtenidos de proyectos de
trabajo comunitario (Cohen, 1999; Ferraro,
2004), a la posibilidad de acceder a recursos
naturales comunitarios (Mayer, 1974), e
incluso a la reafirmación de la identidad
comunitaria (Cohen, 1999; Sánchez Parga,
1984). En el caso de la Amazonía, Godoy
(2001) argumenta que el intercambio y la
reciprocidad son importantes debido a que
tienden a mejorar las condiciones de vida de
los más vulnerables y son una “red de salva-
ción” para los más pobres en momentos de
escasez y colapso económico. Por tanto, la
pérdida y erosión del intercambio de mano
de obra en zonas rurales de los países menos
desarrollados va en detrimento de la pobla-
ción más pobre, incapaz de contratar mano
de obra asalariada para sus cultivos de
subsistencia. Sin embargo, esta forma de
reciprocidad es amenazada por diversos
factores como: la penetración de la economía
de mercado y la, cada vez más frecuente,
participación en la agricultura comercial y el
empleo no agrícola asalariado (Vasco et al.,
2015).
Pese a estos antecedentes, ha sido escasa la
literatura que ha abordado empíricamente las
motivaciones de los hogares rurales para
intercambiar mano de obra. Entre la escasa
literatura disponible, Vasco (2014) argumen-
ta que el trabajo recíproco es más común
entre hogares indígenas afincados en lugares
remotos. En el sur de Ecuador, Gray (2009)
determina que los hogares con migrantes
internacionales que cuentan con mayor
número de parcelas, son aquellos que más
intercambian mano de obra. Sin embargo,
¿son aplicables estos hallazgos a poblaciones
indígenas de la Amazonía? Este estudio
avanza en el estado del arte de las motivacio-
nes de los hogares rurales para participar en
esquemas de trabajo recíproco y para contra-
tar mano de obra asalariada, utilizando una
base de datos de hogares Kichwa y Shuar de
la Amazonía ecuatoriana.
El contexto: los Kichwa y los Shuar de la
Amazonía ecuatoriana
Los Kichwa Canelos son los habitantes tradi-
cionales de la provincia de Pastaza. Su
número asciende a aproximadamente 18,000
individuos (INEC, 2010). Varios estudios
(Guzmán-Gallegos, 1997; Uzendoski, 2004)
describen que los Kichwa amazónicos se
dedican principalmente a la agricultura de
subsistencia, principalmente yuca (Manihot
esculenta) y plátano (Musa sp.), la recolec-
ción de productos del bosque, y la caza y la
pesca, en niveles sustentables y con poco
impacto sobre el medio ambiente. Sin
embargo, otros estudios describen que los
Kichwa, principalmente aquellos asentados
cerca de carreteras y centros poblados están
cada vez más integrados a la economía de
mercado y han adoptado otras formas de
producción incluyendo la agricultura orien-
tada al mercado, ganadería y la explotación
de madera (Vasco et al., 2015). Los Kichwa
controlan alrededor de 1,400,000 ha en
Pastaza bajo un esquema de derechos de
usufructo. Si bien las densidades poblaciona-
les en comunidades Kichwa son relativa-