Resumen
Identificar y caracterizar los saberes ancestrales agropecuarios constituye una tarea científica
que facilita la comprensión del pensamiento y la cultura de aquellos que nos legaron los cono-
cimientos actuales. Validar su pertinencia, según las características de la actualidad, puede
conllevar un planteamiento más cercano a la Agroecología, a la protección del medio ambiente
y a los estímulos productivos. Por esas razones se desarrolló un proyecto en la Península de
Santa Elena, Ecuador; se visitaron las comunas buscando personas, sobre todo adultos mayo-
res, que a través de entrevistas expresaran los conocimientos que subyacen en la población
rural. El objetivo fue contribuir al manejo, sobre bases sostenibles, de los agroecosistemas de
la Península de Santa Elena a partir de un conjunto de saberes y conocimientos ancestrales y
tradicionales. Se identificaron nueve prácticas ancestrales que deben ser puestas al alcance de
los productores más jóvenes, ejemplos de ellas son: (i) La cosecha de agua a través de las
albarradas (construcciones para el almacenamiento de agua) constituye el saber ancestral más
reconocido por todos los entrevistados, pues las primeras obras de este tipo fueron construidas
por la cultura Valdivia, 2000 a 1500 a.C. (ii) El aprovechamiento de las lluvias y garúas para
comenzar las siembras. (iii) El amadrinado de semillas, como en el caso del maíz es una prácti-
ca que se ha perdido con la introducción de híbridos de diversas especies y la modernización
de las técnicas de siembra. (iv) El empleo de las fases lunares junto a las fluctuaciones de las
mareas es un conocimiento que aún se mantiene para definir el momento de ciertas actividades
como siembra, cosecha y corte de madera. (v) “Darse la mano” fue un aspecto cultural que
reflejó la asociatividad para realizar diversas tareas agrícolas y que permitía economizar recur-
sos.
Palabras clave: Albarradas; amadrinado de semillas; fases lunares; darse la mano.
Abstract
Identifying and characterizing ancestral agricultural knowledge constitutes a scientific task
that facilitates the understanding of the thinking and culture of those who bequeathed us
current knowledge. Validating its relevance, according to the characteristics of today, may lead
to a closer approach to Agroecology, environmental protection and productive stimuli. For
these reasons a project was developed in the Santa Elena Peninsula, Ecuador; the communes
were visited looking for people, especially older adults, who through interviews expressed the
Saberes ancestrales agropecuarios en la Península de Santa Elena.
Carlos E. Balmaseda et al.
Revista Amazónica y Ciencia y Tecnología, 2019 Volumen 8 (1): 52 - 61
53
knowledge that underlie the rural population. The objective was to contribute to the manage-
ment, on a sustainable basis, of the agroecosystems of the Santa Elena Peninsula from a set of
ancestral and traditional knowledge and knowledge. Nine ancestral practices were identified
that should be made available to the youngest producers, examples of which are: (i) The
harvest of water through the albarradas (constructions for water storage) constitutes the ances-
tral knowledge most recognized by all the interviewees, because the first works of this type
were built by the Valdivia culture, 2000 to 1500 BC (ii) The use of rains and garúas to begin
planting. (iii) Seeding of seeds, as in the case of corn is a practice that has been lost with the
introduction of hybrids of various species and the modernization of planting techniques. (iv)
The use of the lunar phases together with tidal fluctuations is a knowledge that is still maintai-
ned to define the timing of certain activities such as planting, harvesting and cutting wood. (v)
"Shaking hands" was a cultural aspect that reflected the associativity to perform various
agricultural tasks and that allowed to save resources.
Keywords: Albarradas; seed sagging; Moon phases; shake hands
Introducción
Los conocimientos y saberes ancestrales son
aquellos saberes que poseen los pueblos
originarios, que se han trasmitido de genera-
ción en generación, durante siglos, de forma
oral. Ellos han perdurado porque los hijos
aprenden de los padres prácticas y costum-
bres a partir de la propia convivencia de las
comunidades (Carvallo, 2015; Crespo &
Vila, 2014; Paucar, 2015).
El Código Ingenios en su artículo 511 define
los conocimientos tradicionales de la
siguiente manera: “Son todos aquellos cono-
cimientos colectivos, tales como prácticas,
métodos, experiencias, capacidades, signos y
símbolos propios de pueblos, nacionalidades
y comunidades que forman parte de su
acervo cultural y han sido desarrollados,
actualizados y transmitidos de generación en
generación. Son conocimientos tradiciona-
les, entre otros, los saberes ancestrales y
locales, el componente intangible asociado a
los recursos genéticos y las expresiones
culturales tradicionales” (Gobierno del
Ecuador, 2016).
En el párrafo anterior se puede apreciar que
en el Código Ingenios se incluyen los saberes
ancestrales como parte de los conocimientos
tradicionales, sin embargo, en esta investiga-
ción se analizan como categorías conceptua-
les separadas al considerar la definición de
saberes agrícolas tradicionales (SAT) reali-
zada por Gómez Espinoza & Gómez Gonzá-
lez (2006) al decir que son “prácticas, técni-
cas, conocimientos y/o cosmovisiones que
responden a problemas que limitan la
producción agrícola… son generados en las
comunidades rurales a partir de la observa-
ción acuciosa, sistemática y la convivencia
con la naturaleza y son transmitidos de gene-
ración a generación por la tradición oral”.
Esta conceptualización también fue asumida
por Barogil, Espitia Hernandez, Restrepo
Hernandez, & Rivera Cumbre (2014) en su
estudio de saberes ancestrales en comunida-
des agrarias de Colombia.
Landini & Murtagh (2011) definen los cono-
cimientos o saberes agropecuarios como
aquellos que los campesinos emplean
cuando van a plantar sus cultivos. Los
aplican en la preparación del terreno, el
control de malezas, plagas y enfermedades y
en la cosecha.
Con el desarrollo de la agricultura intensiva,
al estilo de la Revolución Verde, los saberes
ancestrales que poseen los agricultores,
aprendidos de sus antecesores, se hacen a un