Vasco et al.
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A largo plazo, el crédito puede ser
usado para mejorar el capital humano
(educación y salud) y físico (herra-
mientas, maquinarias, insumos, entre
otros) lo que en teoría permitiría a los
hogares incrementar sus ingresos de
manera permanente. En definitiva, el
crédito tiene el potencial para reducir la
pobreza y la desigualdad en los países
menos desarrollados (Zeller, 2003).
Dados los beneficios antes men-
cionados, no es de sorprender el cre-
ciente interés por parte de organizacio-
nes gubernamentales y no gubernamen-
tales por dotar de crédito a los segmen-
tos más pobres de la población. El
acceso al crédito es especialmente im-
portante para los pequeños emprendi-
mientos. Lanjouw y Lanjouw (2001)
sostienen que una de los principales
limitantes para la formación de peque-
ñas empresas en los países menos desa-
rrollados es la falta de crédito. En ese
sentido, varios estudios (Lanjouw,
1999; Vasco, 2011) concluyen que el
acceso a crédito es uno de los principa-
les determinantes de la iniciativa em-
prendedora en el Ecuador rural.
Dentro de la literatura sobre
crédito se ha prestado especial interés a
los servicios financieros en áreas rura-
les. Zeller (2003) identifica varias ca-
racterísticas propias de las áreas rurales
las cuales limitan la expansión de la
oferta de servicios financieros. En pri-
mer lugar, factores como la baja densi-
dad poblacional, infraestructura defi-
ciente y bajos niveles educativos incre-
mentan los costos de transacción para
las entidades financieras. Por otro lado,
existe una menor diversificación del
aparato productivo y un riesgo elevado
de perturbaciones de ingreso (funda-
mentalmente en el sector agrícola).
También es necesario considerar, que,
en términos generales, las áreas rurales
concentran mayores niveles de pobreza
y desigualdad, y reciben, por lo general,
menos atención por parte de organiza-
ciones financieras tanto gubernamenta-
les y privadas.
En los últimos años la oferta de
crédito, tanto público como privado, se
ha diversificado considerablemente. A
la oferta de la banca privada se han
sumado varios programas estatales de
crédito y un importante número de
cooperativas de ahorro y crédito. En
este análisis no se debe olvidar al crédi-
to informal también conocido como
chulco el cual representa la única
opción de acceso a crédito para los
segmentos de la población que no son
elegibles para obtener crédito del sector
financiero formal (Mohieldin, 2000).
Con datos de la Encuesta de Empleo,
Desempleo y Subempleo-Diciembre
2009 (INEC, 2009), este estudio analiza
los factores que motivan a los recepto-
res de crédito a optar por una de las
fuentes de crédito anteriormente men-
cionadas.